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Por: M. Diaz Santil
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residente, ¡Intervéngala! —dirá alguien de seguir la UASD en el deterioro progresivo en que se encuentra y lo hará, sin importar quién sea el Presidente de turno, con los defectos y bondades del gobierno al que le corresponda.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo, tiene 471 años de fundada, más antigua que la república, que no tiene 200 años de creada. Hoy convertida en una C por A., con 170,000 estudiantes que representan más del 50% de la población universitaria del país. ¡Ahh! Y un rector que maneja cerca de RD$15,000 millones. ¡UN VERDADERO PODER!
¿Para qué le sirve la Autonomía, el Fuero Universitario y ser LA PRIMADA DE AMÉRICA, si esta rectoría ha sustituido, más que ningún otro, la institucionalidad y autoridad del Consejo Universitario que es el cerebro de su alma mater y parecería que no nos damos cuenta ¡Y NO ES ASÍ!
Como ninguna otra institución del país, tenemos cerca de cincuenta (50) agrupaciones de empleados, estudiantes y profesores disputándose el control para manejarla.
El rector se ha convertido en “señor de horca y cuchillo’ y es así como ha creado más de 1,000 nuevos empleos ¡Y habla de déficit presupuestario! Se dice que ordenó gastar más de RD$50.o millones en una mal llamada REFORMA, y aún esa superestructura ahora en aprestos eleccionarios, todavía “SIGUE COBRANDO”. ¿Y cómo llamamos a eso en buen dominicano?
Esta rectoría ha tenido la genialidad de hacer lo que a ningún otro rector se le ocurrió: atreverse a convertir el Aula Magna en una discoteca Magna. Aun cuando el Estatuto Orgánico textualmente indica que es “un auditorio exclusivo para actos académico solemnes”. ¡Y así habla de academicismo e historicidad!
Los Doctores Honoris Causa, han llovido y esto porque “honrar honra”; pura demagogia que ha relajado la frecuencia de este solemne acto de investidura. Ese populismo lo avizoramos cuando en su boletín “Visión Uasdiana” No.3, la investidura y majestuosidad de la imagen del rector, salió fotografiada con su plana mayor ¡óigase esto!: entregando dos (2) motores a dos vigilantes. A partir de ahí, me dije: aquí no hay nada académico trascendente que buscar. ¡Politiquería!
Los grupos estudiantiles, antes representantes reales del sentir de la nueva generación, están comprados porque la mayoría de ellos ostentan salarios de lujos, se dice que adscritos a la oficina de la actual rectoría. ¿Y la “izquierda”?
Sólo nos falta que antes de irse, esta rectoría logre aprobar “por un reglamento”, la reelección del puesto de rector y/o extienda el período, también por reglamento, a cuatro (4) años. Así, ¿Qué diferencia hay que sea el gobierno que nombre el rector? Y se habla de institucionalidad.
A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el gobierno se vio obligado a intervenirla y ahora es un ejemplo de desarrollo académico y organizacional. Fue cerrada por las razones diez veces menores que las de la UASD que, de seguir como va no tenemos dudas, será toda la sociedad desde afuera que exigirá y lanzará el grito: SEÑOR PRESIDENTE, POR FAVOR, INTERVÉNGALA.
Al pensar esto tiemblo y al escribirlo lloro. Entonces, para la rectoría en febrero del 2011 ¿Avanzar con los mismos para hacer lo mismo?.. Pero, ¿quién es el mismo?
