Menu
 

Fidias David Cuevas Fidias David Cuevas Author
Title: La boda de la nueva nobleza
Author: Fidias David Cuevas
Rating 5 of 5 Des:
Kate y William, los Duques de Cambridge, son también Condes de Strathearn y Barón y Baronesa de Carrickfergus. De: Acento.com.do SANTO DOMIN...
Kate y William, los Duques de Cambridge, son también Condes de Strathearn y Barón y Baronesa de Carrickfergus.
De: Acento.com.do
SANTO DOMINGO. Muchos nos levantamos a trabajar a las cinco de la mañana y prendimos los televisores. Otros -hasta dos mil millones de televidentes- esa hora encendieron los suyos para emborracharse en el culebrón más ñoño del milenio: la boda real.
William y Kate -"con aro, balde y paleta", a decir del poeta- llegaron a la hora justa, bellos, sobrios, en una puesta en escena de más de 34 millones de verdes y ese susurro ante el altar "Estás bella", con una sonrisa contenida, de militar en el alto mando.

La boda se convirtió así en el acto de 'merchandesign' más 'cool' de lo que va del milenio, dirigido a los Juegos Olímpicos. 

Los 34 millones de dólares que costó la boda fueron una inversión por la que se obtendrán pingües beneficios.

El librito y las pifias

Cada gesto, cada palabra, cada paso, era por el librito. Aún así se fueron algunas pifias, como la estrepitosa caída de un jinete y su caballo, a la salida de la Abadía de Westminster; o que William -con su demasiado evidente calvicie prematura- pasara las de Caín para introducirle el anillo en el dedo a Kate Middleton. O peor, el hecho insólito de que William llegara a un acuerdo con su actual esposa de no llevar él alianza matrimonial.

Como casi todo ocurría de los hombros para arriba, era increíble el dechado de despeine que lució uno de los sacerdotes que ofició el matrimonio; o el estilo parcialmente punk del 'brother' Harry. Evidentes algunas muecas de Kate, casi como las de Mister Beans, presente allí, junto a los Beckham y Elton John con su esposo. En la plaza, mientras tanto, la gente hizo su fiesta (incluso alguien ondeó una banderita dominicana). Gracias a Dios, a la huelguista mexicana no la dejaron llegar (récord mundial del ridiculum vitae).

La feria de los sombreros

El matrimonio se convirtió en una feria de sombreros femeninos que fueron desde lo más sobrio a lo más rococó, ridículo y 'kitch', cada cual más insuperable que el otro. Que en el glamour también se cuela el mal gusto. Lo importante: William y Kate se casaron y tendrán dos años sabáticos para que ella empiece a aprender a ser una princesa. Mientras...una dura preparatoria. ¡Y que viva la realeza!


De Alfonso Quiñones

809-454-5500

 
Top