De: Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Le pido a las autoridades que dejen sin efecto esa resolución, que lo único que está haciendo es matarnos vivos, dejándonos como seres sin derechos, sin patria y sin voz”.
Este es el sentir de la joven Ana María Belique, hija de padres haitianos, pero nacida en República Dominicana, su país, el único en que ha vivido y conoce. Reclama a las autoridades de la Junta Central Electoral (JCE) que tras la emisión de la Resolución 12-07 donde se le ordena a todos los oficiales del estado civil que se abstengan de expedir copias actas de nacimientos que tengan algún tipo de irregularidad.
Según explicó su abogado, Francisco Leonardo, entre las irregularidades que se citan estaría la de ser hijo de un emigrante con estatus irregular, por lo que a Belique se le ha negado, a pesar de contar con cedula de identidad electoral y pasaportes dominicanos, copias de su acta de nacimiento, y de haber vivido toda su vida única y exclusivamente en la República Dminicana, el país en donde nació.
Belique expresó que debido a esta negativa de la JCE a expedirle copia de su acta de nacimiento, se ha visto impedida, desde el 2004, de ingresar a la universidad para continuar con sus estudios.
Dijo, además, que cualquier actividad que intente hacer, que requiera presentar una copia de su acta de nacimiento, está prohibida para ella. Citó los casos de renovación de pasaporte o casarse de manera formal.
Leonardo destacó que el artículo 11 de la Constitución Dominicana establece que son dominicanos todos los nacidos en el país con excepción de los hijos de funcionarios diplomáticos, consulares o personas en tránsito en el país.
Dijo además que en ese mismo artículo se establece que se consideran en tránsito las personas que estuviesen en el país por un periodo menor de diez días, y asegura que los padres de Belique tienen más de 30 años viviendo en el país.
Por lo que Belique pide a las autoridades de la JCE “Que cesen ese tipo de discriminación que lo único que hacen es fomentar el parasitismo dentro de la sociedad, porque prohibirme a mí y a tantos jóvenes igual que yo acceder a medios que nos permitirían mejorar nuestra condición de vida es segregarnos, es arrojarnos a un plano de no superación personal, ni social, ni familiar”.
