De: Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Choferes conversando, cabizbajos o jugando dómino bajo las matas. Guaguas aparcadas y calles como en día festivo son la estampa de las primeras horas del paro de labores de hoy.
Excepto por la ausencia de vehículos del transporte público y la presencia de policías y militares en calles interiores, las actividades se desarrollan con normalidad en algunos barrios de la parte norte del Distrito Nacional.
A la altura de la Josefa Brea, en Capotillo, la avenida Ovando estaba llena de basura y se observaban restos de neumáticos quemados en apoyo a la huelga convocada por el Foro Social de Asamblea del Pueblo.
En las calles interiores de Capotillo, que se suele manifestar de forma violenta, hay patrullas de policías a los que los vecinos o los comerciantes han prestado sillas y alguna sombra para cumplir el “patrullaje”.
Los pregoneros y los comerciantes han abierto sus puertas en barrios como Cristo Rey, donde el mercado de la 41 está activo y los negocios abiertos; por igual sucedió en el ensanche Luperón y en el sector La Puya de Arroyo Hondo
En la avenida principal de ese barrio un barbero “pelaba” a un cliente con la puerta de metal a medio cerrar y un colmadero decidió abrir solo uno de sus portones. Esa vía es el principal escenario, cuando los hay, de enfrentamiento entre manifestantes y policías.
Cerca de las 11 de la mañana, un helicóptero de la Policía sobrevolaba la zona norte del Distrito y un camión de la policía recogía los neumáticos, que son la materia prima con la que se “confeccionan” las muestras de disgustos en los barrios populares.
Los pregoneros y los comerciantes han abierto sus puertas en barrios como Cristo Rey, donde el mercado de la 41 está activo y los negocios abiertos; por igual sucedió en el ensanche Luperón y en el sector La Puya de Arroyo Hondo.
Hoy se puede transitar con rapidez de un punto a otro del Distrito. En dos horas, el equipo de Acento.com.do no dio con taponamientos.
Los choferes de carros públicos y guaguas, al apoyar la huelga, cedieron su lugar a los conductores piratas que, juntos a las pocas rutas de Conatra, han estado prestando el servicio a los miles de pasajeros.
