De: Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Aparentemente incómodo y lanzando su casco protector al suelo (“¡yo no quiero esa vaina!”), Ramón Antonio del Rosario Puente, alias Toño Leña, salió del la sala de audiencias de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia donde se conoce el pedido de su entrega en extradición a los Estados Unidos.Del Rosario Puente bajó de estrado a sus abogados Tomás Castro y Ricardo Sánchez, y ante su estado de indefensión los jueces Víctor José Castellanos, Hugo Álvarez Valencia y Rosa Bergés suspendieron la audiencia de extradición para el 21 de noviembre a las 10:30 de la mañana.
“Yo voy a retirar mi abogado, no quiero abogado, quiero que se haga justicia y se me diga de qué se me acusa”, exigió Toño Leña al hacer el anuncio.
Una vez Del Rosario Puente renunció a sus abogados, los jueces le hicieron la advertencia de que al elegir al defensor público, no puede volver a un abogado privado “para no estar en ese relajo”.
Intento de reenvío
La primera solicitud de reenvío que presentó Del Rosario Puente estaba destinada que se rechazara la audiencia porque la defensa no había sido notificado sobre la recusación hecha a la procuradora adjunta Gissela Cueto.
En su dictamen los jueces dieron 30 minutos a la defensa para que estudie la notificación, sobre la recusación, que alegaron no ser notificados.
La segunda acción que hizo el abogado de Toño Leña, Tomás Castro, fue recusar los jueces de la Segunda Sala de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia por alegada imparcialidad y prejuicio de los jueces con el acusado.
Los jueces determinaron que el 16 de junio el pleno de la Suprema Corte de Justicia ya decidió sobre la recusación a los jueces por lo que la recusación era inadmisible porque ya fue juzgada.
Castro nuevamente hizo oposición, pero volvieron a rechazar la recusación porque se trata de una misma decisión, aunque haya sido interpuesta por otro abogado.
