De: Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Tres años después de que dos policías intentaran matar a su hijo en un matorral, el profesor Juan Tomás Olivero, continúa reclamando que se haga justicia en ese caso, que se encuentra empantanado en la Suprema Corte de Justicia.
“Exigimos a la presidenta de la Corte Penal de la Suprema Corte de Justicia -a Miriam Germán ahora; ahí está también Hiroito, está también el anterior fiscal, Moscoso Segarra. Está también Frank Soto y Agelán Casasnovas- a esos jueces que deben crear una cultura de administración de justicia en función de los derechos de los ciudadanos, les pedimos que tomen una decisión”, dijo Olivero en una entrevista para Acento.com.do.
El catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) apeló a los nuevos jueces de la Suprema Corte de Justicia y recordó que justo un día como hoy, 4 de enero, hace tres años, su hijo Miguel Abraham Olivero fue baleado y golpeado salvajemente por los policías Julio Soto Reyes y Carlos Miguel Cuevas Pérez que lo sacaron de un cumpleaños en el parqueo de su edificio y lo llevaron a un matorral para matarlo.
El caso está desde junio de 2011 en espera de la decisión de casación. Los acusados están en una cárcel especial en Manoguayabo que el profesor llama “una especie de resort”, pese a una sentencia que dice que deben ser enviados a La Victoria.
El joven Miguel Abraham Olivero salvó la vida de milagro -cuenta el profesor-, pues pudo hacer una llamada telefónica a su padre informando su situación mientras lo llevaban herido desde Invivienda para el Hospital Darío Contreras, para rematarlo en el camino.
Al recibir la llamada, Olivero llamó al periodista Juan Bolívar Díaz que se encontraba en vivo en su programa televisivo dominical Jornada Extra. Por casualidad, Juan Bolívar había dejado encendido su celular y recibió el llamado y puso a Olivero a hacer la denuncia en el aire.
Hoy, con gallardía y entereza, el profesor Olivero anuncia que seguirá luchando para que se haga justicia, porque sabe que la justicia tiene una forma de dejar que los casos perezcan: el tiempo.
Agradece que por ser catedrático de la UASD, donde imparte clases de filosofía y ética a estudiantes de periodismo, ha tenido acceso a poder denunciar su caso en los medios y ha recibido mucho apoyo de esa universidad.
Miguel Abraham todavía sufre traumas que han afectado su desempeño en los estudios.
