DE: Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El ingeniero y ex director de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), Hamlet Hermann, hizo un ejercicio lógico-matemático para responder al sub director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte Terretre (OPRET), Leonel Carrasco, en el informe estadístico que presentó en un periódico de circulación nacional sobre los tres primeros años de funcionamiento de la Primera Línea del Metro.El especialista en temas de transporte sostiene que los funcionarios de la OPRET tergiversan las informaciones financieras tanto sobre el costo de la construcción de esta obra, que une a Villa Mella con el Centro de los Héroes (Feria) como el costo de operación de la misma.
Cita que actualmente el subsidio por pasaje es de $ 200 pesos, si se resta los $ 50 pesos que paga cada pasajero para obtener la tarjeta con la que se pueden comprar los tickets.
Documento de Hamlet Hermann:
La manipulación de la información y el valor real de las obras
Visto el contenido de la entrevista que concediera el ingeniero Leonel Carrasco al periódico HOY y que se publicara en la edición del domingo 9 de enero de 2012, página 4A, dos temas surgen de sus declaraciones. Uno es la manipulación de la información, y otro, el retorcimiento que le da al valor real de las cosas. Cada punto de enfoque debe ser analizado por separado para descubrir las intenciones de la Oficina de Reordenamiento del Transporte (OPRET), a cargo del Metro de Santo Domingo.
Primero, la manipulación de la información:
Cuando un pequeño insecto tropieza en su vuelo con una telaraña, trata de zafarse con movimientos bruscos y desesperados. Contrario a sus intentos liberadores, cada ligero desplazamiento lo hace tocar otros hilos pegajosos que lo aprisionan más y más, hasta que se inmoviliza. Agotado por los excesivos esfuerzos, el insecto desfallece. Es entonces cuando la araña entra en escena y devora al intruso que cayó en su trampa.
Tal como sucede a los insectos con la telaraña, tiene lugar con los manipuladores de información. Dicen una primera falsedad y, de ahí en adelante, se ven obligados a seguir inventando dobleces, tal como se defiende el insecto cuando trata de zafarse de la telaraña. Pero el manipulador sólo logra atraparse más y más en sus propias patrañas hasta que pierde toda la credibilidad que pudo tener. Eldescrédito total es la araña que se come al manipulador y, después que se pierde la credibilidad, es imposible recuperarla.
¿Quién podría creer que, actualmente, que los usuarios del Metro son más de cien mil (103,000) cada día y que anteriormente eran 90 mil? Estamos obligados a confiar en la OPRET o, simplemente, no creerles. El momento es adecuado para preguntar: ¿por qué la OPRET no hace pública la información sobre la cantidad de pasajeros que utiliza sus servicios? ¿Por qué insiste en mantener esos datos en secreto si están en capacidad de mostrarlos en tiempo real ya que los tickets son leídos electrónicamente al momento del abordaje de cada pasajero? La única información detallada que hemos podido obtener sobre la cantidad de usuarios del Metro se logró por decisión de un tribunal, apelando a la ley de libertad de información. Aquellos datos mostraban que, para el primer año de servicio, la cantidad diaria de pasajeros rondaba los 50,000 y los ingresos apenas superaban el millón de pesos diarios. Después de eso, ninguna otra información relacionada con la cantidad de usuarios del Metro ha sido lograda. El excesivo secreto se mantiene.
Los campos de estudio de la matemática son amplios y diversos. Da la impresión que los usos de esta ciencia en la OPRET añaden un campo más a esta área del conocimiento. En su declaración al periódico HOY, la OPRET dice: “En los primeros tres años de operaciones, el Metro de Santo Domingo ha transportado 65 millones 500 mil pasajeros y genera más de RD$2 millones por día.”
Esta información demuestra cómo los funcionarios del Metro se cantan y se lloran, dicen y se contradicen. La aritmética establece que dividiendo la cantidad de pasajeros que la OPRET proclama haber transportado en tres años (65, 500, 000) por los 1, 095 días transcurridos en sus tres años de operación, el promedio diario de pasajeros sería de 59, 817 solamente. La exageración gubernamental en este caso es de casi el doble (72.19%) de la realidad. Si multiplicamos ese promedio por $20 de la tarifa vigente, el ingreso diario rondaría alrededor de $1, 200, 000 cada día. Si añadimos la tarjeta de $50 el total diario ascendería aproximadamente un 10%, pero nunca podría duplicarse para llegar a los 2 millones diarios que alega la OPRET.
Segundo tema: el valor real de las cosas.
Cuando el cliente compra a crédito una nevera en algún establecimiento comercial por RD$10,000 para pagarla en 12 meses, está consciente de que, al año, la cantidad de dinero desembolsado será mayor que el precio estipulado. En ese plazo, ha tenido que pagar RD$2, 000 más por concepto de intereses. En definitiva, para el cliente, el valor real de la nevera comprada será $12, 000, aunque este comprador siga diciendo a sus relacionados que le costó RD$10,000. Una cosa es el precio en el establecimiento y otra la cantidad total pagada, o sea, el valor real que incluye los intereses de la deuda.
Cuando en 2005 todavía no existía la OPRET, el ingeniero Diandino Peña, su actual director, decía que el Metro subterráneo costaría alrededor de 300 millones de dólares para una longitud de 14 kilómetros. En la medida que surgían los cuestionamientos ante tanta improvisación, falta de estudios científicos y los trabajos de construcción avanzaban penosamente, el valor de la obra fue aumentando mientras la extensión del proyecto se acortaba. (Lo mismo ocurre ahora con la segunda línea del Metro). Asustaba a la opinión pública, desde entonces, la imprecisión con que los funcionarios aumentaban periódicamente el valor del proyecto sin incluir cambios sensibles para aumentarlo. A final de cuentas, dos años después, se publicó que los gastos incurridos en el proyecto de la primera línea del Metro rondaban los $756 millones de dólares.
A continuación, un cuadro en el que puede apreciarse el análisis financiero de los gastos que han sido publicados parcialmente en los medios de comunicación a pesar del extremo secreto en que sus ejecutores han mantenido el flujo de dinero del Presupuesto Nacional y de los préstamos con bancos comerciales del extranjero. Para este cálculo se ha tomado como referencia el caso de una transacción bancaria lograda por la OPRET con dos años de gracia en el pago de capital a partir de la puesta en marcha y a pagar capital e intereses en los 10 años siguientes.
Millones US$ | Millones US$ | Millones US$ | |
AÑO | INTERESES | CAPITAL | TOTAL |
2009 | $52.920 | $0.000 | $52.920 |
2010 | $52.920 | $0.000 | $52.920 |
2011 | $52.920 | $75.600 | $128.520 |
2012 | $47.628 | $75.600 | $123.228 |
2013 | $42.336 | $75.600 | $117.936 |
2014 | $37.044 | $75.600 | $112.644 |
2015 | $31.752 | $75.600 | $107.352 |
2016 | $26.460 | $75.600 | $102.060 |
2017 | $21.168 | $75.600 | $96.768 |
2918 | $15.876 | $75.600 | $91.476 |
2019 | $10.584 | $75.600 | $86.184 |
2020 | $5.292 | $75.600 | $80.892 |
$1,152.9 | |||
Mantenimiento y operación | $432.0 | ||
Como podrá verse, si no hubiera atraso en los pagos de las cantidades adeudadas, el valor real de esa construcción sería de $1, 152, 900, 000 dólares. Además del gasto en la construcción y en la operación financiera, el mantenimiento y operación de la primera línea del Metro han sido estimados por organismos financieros internacionales en $432 millones de dólares en 12 años. Si se pagara puntualmente la deuda dentro del plazo establecido, cuando el préstamo fuera solventado, se habrían desembolsado $1, 584, 900, 000 dólares. Ese es el valor real de la primera línea del Metro de Santo Domingo y debe ser la cifra que se use para cualquier cálculo.
Esa fabulosa cantidad adeudada, dividida por los 4, 383 días que transcurren en 12 años, se podría solventar como una transacción equilibrada si se lograra una recaudación de $361, 602 dólares por día de operación. De más estaría decir que, en esa ruta, resulta imposible recaudar diariamente el equivalente a más de 14 millones de pesos dominicanos.
Suponiendo el promedio actual de 60, 000 pasajeros por día, la tarifa real del Metro sería de $6.03 dólares que, al cambio del día de hoy (RD$38.92 por dólar), equivale a RD$234 pesos con 56 centavos. Este es el verdadero valor unitario, por pasajero, utilizando como parámetro lo que vamos a tener que pagar por la primera línea del Metro de Santo Domingo. Luego de cobrar $20 pesos por pasajero y añadir un porcentaje adicional por la tarjeta plástica, el subsidio a la tarifa real está siendo mayor que $200 pesos dominicanos por pasajero por viaje.
El punto de equilibrio financiero de la primera línea del Metro sólo podría obtenerse con el precio de $20 por viaje, más los $50 de la tarjeta, si ocuparan ese Metro 719, 588 personas cada día, lo cual en una ciudad como Santo Domingo es materialmente imposible alcanzarlo aunque la capital sea considerada por los gobernantes como un Nueva York chiquito.
Epílogo
La Oficina para el Reordenamiento del Transporte podría desmentir estos procedimientos de cálculos financieros si tuviera el valor de abrir sus archivos para que una auditoría independiente fuera realizada y los préstamos internacionales con la banca comercial fueran desclasificados. El sólo secretismo con que ha sido manejado este proyecto de parte de la OPRET y de la Presidencia de la República los incrimina como cómplices de un delito de malversación. Un delito de lesa humanidad porque el tránsito en toda la capital dominicana ha empeorado hasta límites inimaginables. Nadie se atreve a hablar de mejoría en el transporte público de pasajeros, mientras abundan evidencias abundantes de lo contrario. Sus coartadas propagandísticas están obligadas a hablar siempre en futuro. Para ellos todo será, habrá, etc. porque no tienen ejecutorias creíbles, pasadas ni presentes, que puedan mostrar como muestra de su buena intención, ni de su capacidad de servicio hacia la población.
Cuando mencionamos el valor de este proyecto, estamos hablando del equivalente de más de 63 mil millones de pesos, o lo que es lo mismo decir, en un plazo de doce años pagaremos por la primera línea del Metro de Santo Domingo una suma mayor que la que pudiera haber recibido cualquier otro organismo incluido en el presupuesto general de la nación. Teniendo en cuenta, además, que no ha habido limitaciones para sus gastos, aún cuando hayan tenido que perjudicar la salud y la educación del pueblo dominicano.
Debemos conceder en el análisis que los promotores de esta aventura en el sector transporte no son ignorantes de la realidad. Son profesionales de la política y de la ingeniería que han hecho fortuna dentro del sector público, y la han proyectado entonces hacia el sector privado. Más bien son seres ambiciosos dispuestos a hacer cuanto sea necesario para enriquecerse rápidamente y mantenerse en el poder político de la nación para siempre, no importa el precio que tenga que pagar el pueblo dominicano.
El Metro, en definitiva, se ha constituido en una radiografía de la anatomía de la ambición del grupo gobernante.
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