Vaticano acusa de “agresividad” a víctimas de los curas pederastas
Cientos de abusos sexuales cometió el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, quien sólo recibió una sanción eclesial
Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
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El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, acusó de “agresividad” a las víctimas violación del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, que insistieron en ser escuchados por el pontífice.
Cientos de abusos sexuales fueron cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel (1920-2008), quien ya muy anciano recibió un sanción de parte de Benedicto XVI por la “triple vida que llevó” (cura, violador bisexual de mujeres y menores, tomador de alcohol, adicto a drogas duras, como la heroína y la cocaína, y mantener vínculos con narcotraficantes).
Sobre el caso de las víctimas de Maciel, que pidieron al papa que reconozca la responsabilidad de la Iglesia y denunciaron que el pontífice no ha querido reunirse con ellos, Lombardi dijo que es "injusto" acusar a Benedicto XVI de oponerse a la verdad y a la transparencia.
Según Lombardi, las víctimas de Maciel han mostrado "cierta agresividad y ambigüedad" al pedir el encuentro
Según Lombardi, las víctimas de Maciel han mostrado "cierta agresividad y ambigüedad" al pedir el encuentro, "ya que se decía de querer encontrarlo, pero no se le quería escuchar de manera profunda".
El portavoz vaticano rechazó categóricamente las acusaciones de las víctimas de Maciel de que Benedicto XVI y Juan Pablo II sabían todo desde 1998 y aseguró que ninguno de los dos tuvo conocimiento en esos años de la triple vida del sacerdote mexicano y sus problemas de conducta.
Los católicos que de niño o niña fueron víctimas de sacerdotes y monjas violadores sexuales sufrieron la frustración de no poder conversar con el papa Benedicto XVI durante su visita a México que comenzó el pasado viernes, día 23 de marzo, y concluyó este domingo, 25 de marzo, cuando el líder católico viajó a Cuba.
En México, uno de los fieles católicos que tenía especial empeño en hablar con Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) es Jesús Romero Colín, para contarle de cómo fue engañado y violado sexualmente a sus diez años por el sacerdote Carlos López Valdez.
Según explicó Romero Colín, el cura López Valdez se aprovechó de la fe de sus padres y de la confianza que depositaron en él, como guía eclesial.
Jesús Romero Colín es solo una de las tantas víctimas mexicanas que claman y exigen justicia. Su caso se conoció en 2007 cuando la periodista y escritora Sanjuana Martínez publicó el libro Manto Púrpura y prueba de fe: la red de cardenales obispos, que denuncia las violaciones cometidas por el presbítero Carlos López Valdez.
Lombarda dijo que en otros viajes del pontífice no estaban previstos encuentros con víctimas de clérigos pederastas y al final se celebraron (como ocurrió en EEUU, Australia, Reino Unido y Malta), pero que en esta ocasión los obispos mexicanos no lo han pedido.
En cambio, el líder de los católicos sí se reunió con familiares de víctimas del crimen organizado.
El papa Benedicto XVI se reunió en Guanajuato con un grupo de ocho familiares de víctimas de la criminalidad organizada mexicana, según informó el Gobierno mexicano, que precisó que el encuentro fue a iniciativa del presidente, Felipe Calderón.
El encuentro se produjo tras la reunión que mantuvieron en la tarde de ayer en el palacio del Conde Rul, en Guanajuato, Benedicto XVI y el presidente Calderón.
2 mil millones de dólares
Los casos de abusos sexuales a menores han costado ya a la Iglesia Católica a nivel internacional más de 2.000 millones de dólares, según pudieron establecer los estadounidenses Michael Bemi y Patricia Neal en un simposio organizado por el Vaticano a principios de febrero de este año 2012 para afrontar los escándalos de clérigos pederastas.
Michael Bemi, del National Catholic Risk Retention Group, de Vermont, y Patricia Neal, directora del programa de protección de niños VIRTUS, manifestaron que esos casos han tenido "profundas consecuencias negativas" para la Iglesia católica, "cuyo corazón han perforado".
Los dos expertos precisaron que no hay valoración que pueda hacerse a las miles de víctimas, niños y adultos vulnerables, cuyas vidas cambiaron para siempre; que no se puede poner un precio a las que se quitaron la vida por la desesperación y que simplemente han analizado los daños causados a la Iglesia por estos escándalos, que nunca se sabrán al cien por cien.
Ese dinero se pagó en los acuerdos a los que se llegó en las demandas puestas por las víctimas a las diócesis, en juicios, asesoramientos legales, terapias para las víctimas y seguimiento de los agresores, entre otras.
