El equipo de República Dominicana coronó su paso invicto por el Clásico Mundial 2013 de béisbol con una blanqueada de 3x0 sobre Puerto Rico la noche del martes en San Francisco, para ganar su primer título en estos torneos, en una final de puro sabor caribeño.
El encuentro fue presenciado por 37.000 aficionados que desafiaron la lluvia y bajas temperaturas y puso punto final a un torneo que convocó a 28 equipos del mundo a lo largo de un mes.
Los dominicanos desplazaron en el podio a Japón, campeón de las dos primeras ediciones del certamen (2006 y 2009), que resultó eliminado en semifinales por el sorprendente equipo de Puerto Rico.
Dominicana, con una nómina repleta de jugadores de Grandes Ligas, había batido en semifinales a Holanda.
La novena quisqueyana terminó con récord de 8-0 y se convirtió en el primer equipo en ganar invicto un Clásico Mundial de béisbol.
Los dominicanos tienen ahora récord de 13-4 en los tres Clásicos en que han participado. En el 2006 llegaron hasta la segunda ronda donde cayeron ante Cuba en semifinales, y en 2009 quedaron eliminados en primera vuelta al perder dos veces con Holanda.
La victoria se la apuntó el abridor dominicano Samuel Deduno, su tercera del torneo, quien hizo un buen trabajo conteniendo a los bates boricuas por cinco innings con saldo de dos hits, tres boletos y cinco ponches.
El pitcheo de relevo quisqueyano también estuvo impenetrable, permitiendo un sólo imparable en las otras cuatro entradas.
El cerrador Fernando Rodney, quien durante todo el torneo cargó un plátano en la cintura como símbolo dominicano, coronaba su buena actuación al lanzar el noveno inning en blanco.
Giancarlo Alvarado (0-1) fue el abridor y perdedor por Puerto Rico, soportando dos carreras, ambas limpias, con dos hits y un boleto.
La aplanadora dominicana sacó a relucir su llamado 'mangú power' (poder del plátano) y en el mismo primer inning castigó los flojos envíos del abridor boricua Giancarlo Alvarado con dos soberbios batazos a los jardines, que dieron pie a las dos carreras iniciales del partido.
La entrada la abrió el inquieto José Reyes con biangular a lo profundo del jardín derecho, una línea que chocó contra el muro donde reposan las gaviotas, y luego de un sacrifició y base intencional a Robinson Canó, Edwin Encarnación sacó otro doble al bosque central para remolcar a sus compañeros.
El derecho Hiram Burgos salió a lanzar por Alvarado en el segundo inning, y su relevo fue efectivo hasta el quinto capítulo, cuando Dominicana puso en la pizarra su tercera carerra.
Puerto Rico colocó el descuento a 90 pies del plato en el tercer acto, en las piernas de José 'Motorita' Feliciano, quien se había embasado por el segundo sencillo permitido por Deduno en el encuentro. Empero, Irving Falú cedió el tercer out en rodado de pitcher a primera.
Eso fue lo más cerca de anotar que estuvieron los boricuas en la húmeda noche 'sanfranciscana'.
Sobre el cuarto capítulo llegó la lluvia al parque de los Gigantes de San Francisco, y ello pareció afectar a Deduno y su mecánica de pitcheo desde el montículo.
Los boricuas aprovecharon eso y en quinto acto colocaron corredores en primera y segunda con dos outs, pero Deduno salió del mal paso con ponche al peligroso Angel Pagán, quien en su primer turno, abriendo el partido, le había sonado sencillo.
En el cierre de ese capítulo, un error mental del camarero boricua Irving Falú facilitó la tercera carrera dominicana, remolcada por doblete de Eric Aybaar.
Después de eso, los relevistas Octavio Dotel, Pedro Strop, Sergio Casillas y Rodney se encargaron de mantener en blanco la cuenta boricua para sellar el triunfo más importante del laureado béisbol dominicano.