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SANTO DOMINGO. (Fuente Noticias SIN).- Durante el Sermón de las Siete Palabras este Viernes Santo en la Catedral Primada de América, la Iglesia Católica de la República Dominicana hizo un fuertes cuestionamientos a los líderes políticos locales, los cuales –a su juicio- constituyen “el principal problema del país”.
Distintos sacerdotes se quejaron por la corrupción administrativa, la alta tasa de violencia, la desigualdad entre los sexos, la violencia contra la mujer, la desintegración familiar, la desigualdad social y y otros males sociales los cuales, en su opinión, son responsabilidad de los gobernantes.
En la tradicional actividad religiosa, también condenaron la precariedad en la educación, alimentación y la inseguridad que se vive en el país así como una campaña que se mantiene en el país que supuestamente busca orientar a los menores sobre el uso de preservativos y criticaron los bajos salarios que perciben los policiales, militares subalternos y los profesores.
Entre cantos y meditaciones, los párrocos fueron enumerando y comentando las palabras bíblicas: “Padre, padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”, “Madre he ahí tu hijo, hijo he ahí tu madre”, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”, “Tengo sed”, “Todo está consumado” y “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Al analizar a primera palabra de Jesús en la cruz, el padre Julio Cordero condenó a los inescrupulosos que trafican con personas y a los políticos que no cumplen con sus promesas.
El cura Antonio Méndez opinó que el principal problema de nuestro país son los políticos. “Me da vergüenza cuando veo un político hablando de los pobres y escucho tantas mentiras. Nuestra nación es rica, con mucha gente buena, pero con gobernantes pobres de conciencia”, enfatizó. De igual modo condenó la alta tasa de violencia que vive la sociedad y la labor de algunos agentes corruptos que multiplican la delincuencia. “Cuánta corrupción en mi nación”, señaló.
En una segunda meditación, el sacerdote Carlos Abreu criticó el enriquecimiento ilícito y destacó que “todos los paraísos son efímeros si Dios no está presente”.
“Que cesen los feminicidios”
Por su parte, Miguel Ángel Avarante, criticó fuertemente la desigualdad entre los sexos y la violencia contra la mujer. “Que cesen ya los feminicidios. Ya se están convirtiendo en una moda. La sociedad es lo que es la familia”, resaltó.
En el aspecto sexual expresó que da vergüenza cómo instituciones reciben dineros de organismos internacionales para promover la sexualidad en menores, repartiendo preservativos en las escuelas. “Así no se resuelve el problema de la Educación cuando los profesores ganan tan mal, cuando hace falta libros, cuando los pobres no pueden educarse”, comentó.
Asimismo, el párroco Sandy Ramírez dijo que la violencia intrafamiliar se ha convertido en una epidemia.
El cura Willian Viña meditó sobre la sed de Cristo y dijo que no era solo, sino también de justicia, de paz, de orden y caridad. Al extrapolar esa frase a suelo dominicano apuntó que a muchas familias se les escucha gritar por la carencia de agua potable, por las injusticias que cometen las autoridades y por no tener con qué alimentar a sus vástagos.
Denuncia contra la Dirección de Migración
Martín Lenk, clérigo y maestro de teología, sorprendió a todos con una denuncia contra la Dirección General de Migración, a la que acusó de mantener indocumentados a nacionales haitianos que ya estaban registrados en el país, acción que calificó como ilegal.
La quinta palabra de Jesús fue “Tengo Sed” pronunciada por sacerdote Bienvenido Colón, quien resaltó que la ciudadanía tiene sed de justicia.
En la sexta y séptima palabra los religiosos criticaron los medios de comunicación, y dijo que muchos están privados de un auténtico ejercicio libre.
Y por último pidieron a los políticos y jueces ser sensatos sus acciones e s invitaron a los ciudadanos y políticos pasar de lo malo a lo bueno y poner en práctica los mandatos del creador.
Al cierre del sermón el padre José Miguel Puerta, al analizar la última palabra emitida por Jesús crucificado, afirmó que el mundo se ha separado de Dios, pero que él nos ofrece la oportunidad de recibirnos en su regazo si con fe y humildad le encomendamos el espíritu.
“La fe no excluye las acciones. Es un estilo de vida que viene con la única opción de servir a Cristo”, aclaró.
“Poco interés para enfrentar la corrupción”
De igual forma habló de los “malversadores de cuello blanco” que demuestran poco interés para enfrentar la corrupción. “Pido justicia para los demás. Para mí, pido misericordia”, concluyó.
El Sermón de las Siete Palabras, basado en las pronunciadas por Jesús durante su agonía en la cruz, ayuda a reflexionar, cada año, a representantes de la Iglesia Católica.