Al menos 135 personas han muerto y centenares han resultado heridas en Irán e Irak a causa de un terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter que tuvo lugar en la noche del domingo en la frontera entre ambos países.
El temblor se produjo en la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y fronteriza con Irak, a 11 kilòmetros de profundidad, según el Centro Sismológico iraní, y se sintió en las capitales de ambos países y en otros puntos como Kuwait.
En las horas siguientes ha habido una treintena de réplicas a ambos lados de la frontera, la más fuerte de 5,3, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El mayor número de víctimas se ha producido en Irán, donde al menos 129 personas han muerto y unas 300 han resultado heridas en la provincia de Kermanshah, según el gobernador de esta provincia, Mojtabar Nikkerdar. Las poblaciones más afectadas en el lado iraní han sido Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale.
El director de los Servicios de Emergencia, Pir Hossein Kolivand, ha señalado a varios medios oficiales que las tareas de rescate se están viendo obstaculizadas por el corte de algunas carreteras locales. Los fallos en el sistema eléctrico y en las comunicaciones telefónicas impiden cuantificar los daños y conocer el número exacto de víctimas.
Los habitantes han salido a las calles ante el temor de que se derrumben los edificios y al lugar se han desplazado numerosas ambulancias.
Seis muertos en Irak
En Irak, el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán informó de la existencia de víctimas mortales, sin precisar su número, y de “más de 500 heridos” en la provincia fronteriza de Suleimaniya.
Según autoridades locales, se registraron al menos seis víctimas mortales en la localidad de Darbandiján, localizada a pocos kilómetros de la frontera.