La reapertura escalonada de la economía inició con la presencia de cientos de personas que acudieron desde temprano a los diferentes comercios que, en su mayoría, estuvieron cerrados durante la cuarentena por la presencia del coronavirus en el país.
Además se observaron trabajadores informales vendiendo frutas, agua de coco y otros productos, como es tradicional en el casco urbano, mientras el caos volvió a las calles, a pesar de que el transporte público aún no se ha reintegrado completamente.
La reactivación del comercio envía señales esperanzadoras aunque los resultados no se vean tan rápido, explicó el presidente de la Asociación de Tiendas del Centro Histórico de Santiago (Asecensa), José Octavio Reinoso. “El comercio no se va reactivar tan rápido. Necesitamos esperar, pero el panorama es esperanzador”, indicó Reinoso, quien manifestó que las tiendas presentan inconvenientes por las restricciones con el personal. Dijo que resulta imposible trabajar con el 25 por ciento del personal.
Sostuvo que la dificultad en esta reapertura se ha creado porque no está permitido el personal de servicio al cliente y esto genera la aglomeración en todas las tiendas del casco urbano.
