Desde hace ya varios años las mineras Barrick Gold y Cerro Maimón, iniciaron las operaciones bases en los Municipios que, de forma directa o indirecta son afectados por sus instalaciones u operaciones. Estas “operaciones bases”, es lo que se conoce en el área militar como “operación elite”, “Acción de avanzada”, “actividades de ablandamiento”, y de diversas formas y con distintas denominaciones más.
Las indicadas operaciones consisten y se desarrollan mediante una serie de actividades sociales, culturales, religiosas, entre otras, que paulatinamente van captando sectores vivos de las comunidades y mediante las ayudas públicas a grupos o la solución de determinados problemas sociales existentes, además del soborno, mediante pequeños o abultados sueldos a los dirigentes comunitarios, a la prensa local, a los sectores políticos, religiosos y económicos, logran controlar a la gran mayoría de los habitantes de las comunidades de incidencia para así poder hacer lo que les da la gana en sus acciones empresariales.
La empresa minera Barrick Gold, tiene actualmente una nómina oculta que podría ser superior a la empleomanía existente. Según algunas versiones, la empresa minera tiene una nomina de empleados y trabajadores que asciende a los cuatro mil obreros. Y una nomina oculta que supera los cinco mil sueldos repartidos entre dirigentes y funcionarios políticos, periodistas y dueños de medios de comunicación, dirigentes comunitarios y religiosos, además de sueldos individuales como es el caso de los pescadores de la Presa de Hatillo.
Esta ultima actividad, constituye el sistema de ablandamiento, debilitamiento y sombización de los sectores vivos de estas comunidades, en tanto que, existe otra forma más abierta, más humana, más colectiva pero no menos negativa y corrupta. Esa es la parte de los aportes hechos a los Ayuntamientos de los Municipios involucrados.
Dichos aportes, que en el caso de Maimón se han reflejado en diversas acciones entre ellas la construcción del local que alojará al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Maimón, y los entregados ya por la minera Cerros de Maimón al Alcalde electo por esa demarcación política, Lic. William Álvarez. Fondos ascendientes a la suma de RD$24.77 millones.
Retomando el concepto arriba enunciado de “operación base”, se recuerda que durante muchos meses se estuvo trabajando en la identificación de los principales problemas que aquejaban las comunidades de Maimón, Cotuí y Fantino, de lo cual se elaboró un plan de trabajo aprobado en el famoso plebiscito celebrado en fecha 3 de mayo del año 2009.
Este plebiscito sirvió para legitimar la parte pública de los sobornos y las acciones de corrupción que se están produciendo en estos tres Municipios. ¿Por qué se legitimó la corrupción? Veamos.
Primero: Si bien es cierto que existe una aparente relación entre los grupos comunitarios, los Ayuntamientos y las empresas mineras, no menos cierto es que las obras de beneficio comunitario se llevarán a cabo a través del sector político partidista vía Ayuntamiento Municipal.
Segundo: La representación o representatividad de la población ante el Ayuntamiento es prácticamente nula puesto que, los sectores organizados que representan la supuesta fuerza viva de las comunidades”, en realidad constituyen la minoría de esas comunidades y por demás, ninguna de esas entidades comunitarias puede mostrar o probar aportes tangibles y sustanciales hechos a la comunidad donde inciden. Circunstancialmente realizan minúsculos aportes individuales o para sectores extremadamente minúsculos de sus miembros.
Tercero: No existe un enlace vivo, directo, serio, responsable y honesto entre el Ayuntamiento y las bases de la población. Siendo ese el peor de los escollos que se presenta en esta interesante coyuntura económica que podría beneficiar ampliamente a las comunidades involucradas.
Cuarto: No existe un criterio de necesidad en las inversiones que se hace en las comunidades. Ningún Ayuntamiento realiza una obra por criterio de necesidad sino por criterio de coyuntura político-partidista.
Quinto: Existe un gasto operacional de tramites burocráticos, mediante el cual cada obra incrementa de un 30 a un 40% su valor real. Este tramite burocrático se divide en formas distintas pero más o menos tiene el siguiente orden: 10% para el Ayuntamiento por derechos a otorgar la obra de grado a grado o por derecho a licitación; 5% para el Alcalde Municipal; 10% a 15% para la Sala Capitular, más sueldos y salarios de representación del supervisor o supervisores de la obra por parte del Ayuntamiento; gastos de representación y operacionales de los famosos Consejos Municipales, más otros gastos adicionales que le roban a cada obra, tal como se ha indicado del 30 al 40% de su valor real.
Sexto: El sentido de prioridad en las obras se decide en las altas instancias municipales o provinciales, sin conocer o tener la certeza de lo que real y efectivamente necesita la comunidad o más específicamente el barrio.
Séptimo: En los Municipios de Maimón, Cotuí y Fantino, los Ayuntamientos han incumplido los ejes transversales del plan de desarrollo a pesar de haber tenido oportunidades de cumplir con ellos y no se evidencia que los nuevos incumbentes se acojan a estos ejes por cuanto gran parte de las prioridades de los ejes transversales no son las prioridades político-partidista, y peor aun, las obras municipales quedarán relegadas a las prioridades de grandes obras diseñadas para las campañas electorales presidenciales del año 2012.
Entendemos, y el tiempo será testigo de que, los dineros provenientes de las empresas mineras Barrick Gold en toda la geografía nacional y Cerro Maimón en el Municipio de Maimón, Bonao, serán para engordar las arcas corruptivas de unos pocos y la población solo recibirá pequeñas migajas si es que acaso sobran.
Radhamés Pérez