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Fidias David Garcia cuevas Fidias David Garcia cuevas Author
Title: La plaga de los ladrones
Author: Fidias David Garcia cuevas
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POR  Rosario Espinal ELPODERCONFIDIAS.COM,R.D. Estamos rodeados de ladrones y desde hace varios años hay alarma nacional por la magnitud ...
POR Rosario Espinal
ELPODERCONFIDIAS.COM,R.D.
Estamos rodeados de ladrones y desde hace varios años hay alarma nacional por la magnitud de la delincuencia. Abundan los engaños, robos, atracos, asaltos, balaceras y desfalcos. 


Para explicar el problema se han señalado muchas causas, y para enfrentarlo se ha hablado de cero tolerancia, mejorar la Policía, reforzar los valores, trabajar con los jóvenes y sancionar los corruptos. Buche y pluma no más; no se ha hecho casi nada.
El problema es complejo, pero nos ayudaría describirlo para intentar resolverlo, o por lo menos, para saber que si no se resuelve, estamos realmente atrapados en la plaga de los ladrones.
Cuatro variantes de la criminalidad han azotando el país en los últimos años: 1) la delincuencia callejera, propia de los que menos recursos tienen, 2) la delincuencia de las redes organizadas, típica de los que desean rápido ascenso económico, 3) la delincuencia de cuello blanco empresarial, y 4) la delincuencia de cuello blanco gubernamental.
Todos estos ladrones violan las leyes y perjudican la sociedad, pero la naturaleza de los crímenes y la forma de enfrentarlos varía.


  1. Delincuencia callejera. Se expresa fundamentalmente a través de pequeños robos y asaltos que atemorizan mucho la población porque atentan directamente contra la persona o su propiedad. Con la proliferación de armas de fuego, esta variante de la criminalidad se ha tornado más peligrosa.

    Para enfrentarla es necesario mejorar la situación económica de los pobres, institucionalizar la Policía para que proteja la ciudadanía, impulsar programas sociales que promuevan la cohesión social en los barrios, y establecer controles estrictos en el porte de armas.


  2. Delincuencia de redes organizadas. Esta modalidad alarma más cada día más porque incluye la participación activa de personas vinculadas al poder político y militar-policial que se benefician de las operaciones ilícitas que realizan, sobre todo en el narcotráfico. De hecho, sería muy difícil llevar a cabo estas acciones criminales sin el consentimiento y participación de los sectores militares por la complejidad de las operaciones.

    Para combatir este tipo de delincuencia es fundamental sanear el estamento político, militar-policial y judicial, para evitar que las redes continúen penetrando los órganos de poder público.


  3. Delincuencia de cuello blanco empresarial. Tiene una larga historia en el país, pero ha sido más notoria desde el sonado caso Baninter en el 2003. El propósito de este tipo de criminalidad es aumentar y acelerar los niveles de enriquecimiento de grupos empresariales.

    Para combatir este tipo de delincuencia hay que institucionalizar el Estado para que el sector público ejerza un control adecuado sobre las actividades económicas del sector privado.
  4. Delincuencia de cuello blanco gubernamental. Se conoce popularmente como corrupción, y ha sido tradicionalmente el mecanismo utilizado por muchos políticos y funcionarios públicos en todos los estamentos del Estados para enriquecerse.
Combatir este tipo de criminalidad es muy difícil, porque quienes la realizan son los mismos que deberían velar por el bienestar colectivo y la legalidad.
Para que los políticos asuman un compromiso con la honestidad, se necesita que las élites económicas y políticas entiendan que la ética les conviene para su propia reproducción social.
Si no lo hacen, fracasan en el combate a la delincuencia, como se verifica actualmente en la República Dominicana.
La situación es grave, porque cuando las autoridades públicas y privadas fracasan en su función de ser vigilantes del bienestar de la población, y no hay sanción a la criminalidad en la misma magnitud de los problemas, se debilita el lazo de solidaridad que hace posible la cohesión social y la convivencia humana.
¿Sucumbiremos ante la plaga de los ladrones?

809-454-5500

 
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