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Cándido Mercedes
El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2010, nos revela que su perfil va más allá de la ideología y de la orientación política de quienes dirijan una sociedad.
Nos encontramos con países de orientación ideológica de izquierda con un Índice de Percepción de la Corrupción en el segmento de Alta Corrupción. Es el caso de los siguientes países:
· Bolivia, con un índice de 2.8
· Argentina, con un índice de 2.9
· Venezuela, con un índice de 2.0
· Ecuador, con un índice de 2.5
· Nicaragua, con un índice de 2.5
· Vietnan, con un índice de 2.7
· Libia, con un índice de 2.1
· China, con un índice de 3.5
· Cuba, con un índice de 3.7
Sin embargo, otros países de orientación de izquierda tenían un Índice de Percepción de la Corrupción, de baja corrupción. Nos encontramos en esta categoría, para solo citar tres países como muestra: Chile, con un índice de 7.2; Uruguay, con 6.9; España, con un índice de 6.1.
Por otro lado, otros países, de tendencia política-ideológica de Centro Derecha y Derecha, también, tienen un Índice de Percepción de la corrupción de alta corrupción. Nos encontramos con:
· Panamá, con un índice de 3.6
· Colombia, con un índice de 3.5
· Honduras, con un índice de 2.4
· México, con un índice de 3.1
· República Dominicana, con un índice de 3.0
¿Qué explica entonces que países de corte ideológica de izquierda y de tendencia centro derecha y conservadora tengan Alta Percepción de la Corrupción, que nos lleva a pensar que la misma trasciende las ideologías?
Por las evidencias empíricas del Índice de Percepción de la Corrupción sabemos que no es la orientación política-ideológica lo que nos lleva a buscar nuevas interpretaciones que nos den luz acerca de este fenómeno social, que lo envilece todo y paraliza el cuerpo social en la búsqueda de su progreso, de su desarrollo, de su bienestar y calidad de vida.
Las interpretaciones vitales que requiere el cáncer de la corrupción son tres elementos fundamentales que interactúan y al mismo tiempo se correlacionan como entes factuales, que rupturarían la misma, a saber:
1.- El Poder Institucionalizado.
2.- El grado y manera de la construcción del Capital Social.
3.- La Cultura Nacional de cualquier sociedad u organización.
Cada uno influye en la dinámica social positiva para evitar ese flagelo devastador para una sociedad, sobre todo, si ésta es pobre como la nuestra. Sin embargo, aisladamente no son suficientes, ha de existir una verdadera concurrencia de las tres como fuerzas catalizadoras y cohesionadoras, que neutralizarían de manera sistemática las múltiples caras de la corrupción.
El poder institucionalizado significa que las instituciones funcionan más allá de la conducta, del deseo de los incumbentes de las instituciones. Son las leyes, decretos y normas del Estado que emergen y se expresan por encima del "poder personalizado". Dicho de otra manera, el funcionario se convierte en un "esclavo" del conjunto de procesos, procedimientos y normas de las instituciones. No puede ir más allá de ellas.
Por lo tanto, son inevitables para que las personas puedan relacionarse de manera efectiva en una sociedad y se acepten y practiquen reglas de juego iguales para todos.
En el espacio pagado de la Presidencia de la República Dominicana del miércoles 3 de Noviembre del 2010, donde señala "Una demostración de avance institucional y gestión de transparencia en R.D” plantean 29 acciones y decisiones que se han tomado en los últimos años. 5 de esas acciones y decisiones no tienen que ver nada con la prevención de la corrupción y la transparencia.
Lo que sí resalta el documento de marras, de forma convincente, fehaciente y vehemente, es la falta del poder institucionalizado, pues tenemos las leyes, decretos y la percepción de la corrupción de transparencia es la misma desde hace 6 años. Más que una respuesta proactiva desde la Presidencia, es netamente reactiva, a la defensiva. Desde el punto de vista del marketing político parecería que esa declaración provino del litoral de la oposición, pues es la evidencia palpable del vacío institucional en la práctica; la mayoría sencillamente no se cumplen. Tenemos la infraestructura jurídica (leyes y decretos) necesaria, empero, no es suficiente. Se requiere la voluntad, la entereza y el honor para cumplir con lo que nos hemos dado, para que no exista ese enorme abismo entre el discurso, las normas y las acciones.
¿Por qué Estados Unidos obtiene el lugar 22, con un índice de 7.1 cuando allí existe un fuerte poder institucionalizado? Porque ellas son un prerrequisito ineludible, sine qua non, para prevenir y castigar la corrupción, pero no suficiente.
Requerimos de más y mejor Capital Social como elemento fundamental de compromisos recíprocos, de confianza, de solidaridad, conciencia cívica y asociatividad entre los grupos y personas. El Capital Social son "los lazos creados entre grupos de individuos que fortalecen a una comunidad y le dan seguridad frente a las amenazas procedentes del entorno. O, como diría Robert Putnam, el Capital social es una red de solidaridades, normas informales llevadas a la práctica para promover la cooperación entre dos o más individuos.
El Capital Social, como un constructo de redes y confianza, no es tan alto en los Estados Unidos, como en Dinamarca, Suecia, Suiza, Noruega, países con menores índices de corrupción.
La última exégesis de la problemática de la corrupción, más allá de la ideología, es la Cultura Nacional de una sociedad o de una organización.
La mejor explicación de este eje, es la teoría de Geert Hofstede. Según su teoría cinco componentes nos llevan a entender las diferencias entre naciones:
1.- Individualismo o Colectivismo.
2.-Distancia de Poder.
3.-Rechazo a la Incertidumbre.
4.-Cantidad y Calidad de vida.
5.-Orientacion a largo y corto plazo.
Para Robbins y Coulter, individualismo es el grado en que los habitantes de un país prefieren actuar como individuos. Colectivismo, es el esquema social en el que las personas esperan que quienes pertenecen a sus grupos las cuiden y protejan.
Distancia de Poder, es la medida del grado en que una sociedad acepta que el poder en las instituciones y organizaciones se distribuye de manera desigual.
Rechazo a la Incertidumbre, es el grado en que las personas toleran los riesgos y prefieren las situaciones estructuradas a las otras.
Orientación a Corto Plazo: Atributo de una cultura nacional que subraya el pasado y el presente, el respeto por la tradición y el cumplimiento de las obligaciones sociales. A largo plazo: Atributo de una cultura nacional que subraya el futuro, el ahorro y la persistencia.
Cantidad de vida o Masculinidad: Grado en que prevalecen valores como la afirmación, ganancias monetarias, bienes materiales y competencia.
Calidad de vida o Feminidad: Atributo de una cultura nacional que subraya el futuro, las relaciones y el interés en los demás.
Siguiendo el hilo conducto de la conceptualización de Geert Hofstede nosotros somos una sociedad muy individualista, con fuerte distancia al poder, al aceptar las enormes diferencias de poder y un respeto inaudito a las elites más allá de sus realizaciones y comportamientos.
Estamos más orientados a la cantidad de vida, a un rechazo a la incertidumbre, que se bosqueja en múltiples mitos, a través de refranes (más vale un pájaro en mano que cien volando). Y, tenemos una fuerte orientación a Corto Plazo.
Como vemos, se requiere una verdadera revolución social, que comienza por una transformación de la educación dominicana; pues, los tres componentes que facilitan de manera más expedita la corrupción (Institucionalización, Capital social y Cultura Nacional), concurren de manera negativa, en el tejido social dominicano. Una sinergia colectiva trascendental, nos invita para lograr un verdadero desarrollo como país.
