Iniciativas estratégicas y competencia"...Los países compiten para desarrollarse.
Compiten por los mercados, por la tecnología, por las técnicas
y las inversiones. Compiten por crear y elevar sus niveles de vida.
En este entorno competitivo, es el GOBIERNO, sin duda quien
proporciona ventajas distintivas a las empresas..." (Peter Senge).
Es como señala Richard Vietor, se requieren grandes ahorros y bajos intereses para las inversiones, derechos de propiedad sólidos y buena administración pública, una población activa tecnológicamente motivada y comprometida, un tipo de inflación bajo y un mercado nacional en rápida expansión. Es el mundo de la mundialización de los mercados; es la regla del juego de la competencia internacional. De ahí que cambiar no sea una opción, sino una obligación.
Para ese mundo de la competencia se hace inexorable, inevitable, el cambio de nuestra mentalidad como Nación. Somos muy reactivos y esperamos siempre que algo fuera, de la externalidad cubra el granito de arena para despegar. Jugamos siempre al tiempo como elemento "favorable"; como si este haría todo por nosotros y como si de manera inexorable no vendría.
Es un "soporte" cultural que no coadyuva a transformar el verdadero cambio de una sociedad -la mentalidad reactiva- y con ello a comenzar las cosas sin planificar válidamente porque lo demás se "apareja en el camino"; "beber y comer son dos cosas que hay que hacer"; "el desgraciado va por el agua al río y encuentra el cauce vacío". Expresiones del imaginario de los pueblos que condensan un modo de ser, un modo de actuar. Sintetizan un paradigma que no guarda relación con el mundo de hoy; donde se exigen Iniciativas Estratégicas que respondan a la Competencia Global y Local de una sociedad.
La trayectoria contextual nos exige verdadero cambio. El primer cambio, en el marco de las Iniciativas Estratégicas es la de Marca-País, y, con ella, la revolución que debemos propiciar desde la sociedad civil para la necesaria metamorfosis profunda de la clase política. En el Siglo XXI, segunda década, todavía los políticos juegan al fracaso del que está "arriba"; no reconocen nada positivo del gobernante de turno. Piensan que mientras más fracasa el partido en el poder, más expedito y viable se le hace el camino en su ascenso al Capitolio; no importándole la sociedad como un todo.
La Democracia como sistema político es inagotable, pues resulta ser el eslabón que expresa la evolución de los ciudadanos en los territorios; y resulta que la continuidad de la evolución del ser humano fraguado en sus necesidades, se crean y recrean en esferas de la realización de su existencia material, de manera diferente. Siempre habrá que hacer de manera diferente pues las trayectorias contextuales y los distintos modos de satisfacerlas son diferentes. Cada momento de la historia exige formas distintas y distintitivas de abordarla.
Para lograr la Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, el Informe de Jacques Attali recomendaba siete Iniciativas : 1) Devolver la confianza en las instituciones; 2) Desarrollar servicios públicos de calidad; 3) Formar a las futuras generaciones; 4) Preparar el país para la competencia internacional; 5) Organizar el financiamiento de la Estrategia Nacional de Desarrollo; 6) Proteger el Medio Ambiente y acondicionar el territorio; y, 7) Integrar al País en la región y en la Competencia Internacional.
Esas deberían ser las Iniciativas Estratégicas de la Sociedad como un todo; no importando el partido político que gane las elecciones. El compromiso de la sociedad para poder propiciar un país más prospero, más moderno y más consecuente con sus habitantes. En la economía global, en el entorno de su interacción, se suscita una dinámica permanente e integrada entre las dimensiones de los mercados, los problemas políticos y los sociales. El ejemplo más elocuente para nosotros, como sociedad actualmente, es la necesidad en estos momentos de la conclusión de la 5ta. y 6ta. revisión con el FMI.
En nuestro país existe una necesidad impostergable de armonizar y sincronizar al mismo tiempo una Estrategia Nacional de Desarrollo con una Estructura Organizativa, que le dé vida y cuerpo a ésta. La Estrategia Nacional de Desarrollo per se no es suficiente. Se requiere del soporte superestructural que la implemente; de las instituciones que hagan más eficiente y expeditas todas las acciones y decisiones que se tienen que asumir como sociedad.
Necesitamos desbordar proactivamente esa Cultura de "enanismo espiritual" que nos acogota, que nos divide en toda la esfera de la vida. La sociedad nos reclama hacer un alto para reflexionar y repensar con un nuevo horizonte, en una nueva dimensión, en un espectro de nuevas perspectivas. Nos urge que nos pongamos de acuerdo en las cuestiones vitales (estructurales). Que los partidos políticos toquen las puertas de los hombres y mujeres más preparados de la sociedad, independientemente de las afiliaciones y desafiliaciones.
Los objetivos nacionales: Crecimiento Económico; Estabilidad Macroeconómica; Mayor y mejor distribución de las riquezas; Mejor calidad de la inversión; Mejor priorización de la inversión; Uso eficiente de los recursos (Humanos, Materiales y Técnicos); La problemática de la corrupción; Mayor y mejor articulación entre la política económica y las políticas sociales; Reducción de la administración pública y propiciar y fomentar el Sistema Meritocrático; Crear novedosas políticas de seguridad ciudadana que desarticule el crimen organizado, que disminuya la delincuencia, pues el incremento de ésta crea distorsiones que interfieren en las transacciones de los mercados; Diseñar una agresiva y revolucionaria política exportadora.
Se trata, pues, de armonizar y coordinar políticas públicas en pro de un verdadero desarrollo para nuestro país. Es en fin de cuentas, contar con una Estructura Institucional que vitalice todo el entramado del crecimiento y desarrollo económico de la sociedad dominicana.
Requerimos de Iniciativas Estratégicas para ser competitivos, que fomenten una estrategia nacional articulada con una estrategia estructural-organizativa, que se concatenen entre sí y respondan a la dinámica del contexto local, regional y global.
Es como nos dice Michael Porter en su libro Estrategia y Ventaja Competitiva "El desafío de la competitividad ha cambiado, la innovación se ha convertido en el desafío definitorio de la competitividad global. Para gestionar bien las empresas -y yo le añado, y los gobiernos- deben aprovechar el poder de la ubicación en el terreno de la creación y comercialización de nuevas ideas". Ahí están los clusters de mangos; el cacao orgánico; los invernaderos. Debemos seguir con los clusters turísticos y con más y mejor diversificación de ese motor de la economía dominicana para convertirla en una audaz locomotora.
Vivimos en un mundo donde nada es predecible, excepto el cambio; la base de la competitividad de una organización en el ayer le bastaba con una mera división horizontal y otra vertical para la toma de decisiones. Hoy, el paradigma ha cambiado, se requiere que todos pensemos.
Se precisa que toda la sociedad articule iniciativas estratégicas que nos hagan más competitivos como país, para desmadejar la modorra en que nos quieren convertir si no creamos una agenda más propositiva.
!Es la apuesta de una agenda que es posible y necesaria si queremos un mejor País!
