Esta es la primera final que pierde San Antonio Spurs, que fue campeón en 1998/99, 2002/03, 2004/05 y 2006/07; y subcampeón en 2012/13.
El argentino Manu Ginóbili, una de las figuras de los Spurs, terminó el partido con 18 puntos, 5 asistencias y 3 rebotes. Hoy jugó bien, pero no alcanzó.
En la noche del martes, los Spurs arañaron la posibilidad de quedarse con el cetro y cerrar la serie a su favor por 4-2. Ganaba por cinco tantos a falta de 28 segundos (94-89), pero dos triples consecutivos de LeBron James y Ray Allen llevaron la definición a la prórroga, tras empatar en 95 tantos.
Después, en el tiempo añadido, el campeón vigente de la NBA hizo pesar una mayor serenidad en los instantes claves y terminó ganando por 103 a 100, para poner la serie igualada 3-3.
El verdadero dolor de esos pocos segundos que separaron a San Antonio del título en el sexto juego llegó en este sèptimo y decisivo encuentro. Aprovechando la inspiración de un LeBron James (ganador del premio al mejor jugador de la serie) imparable, Miami Heat se impuso a los Spurs en un final para grabar y volver a vivir una y otra vez. Fue 95 a 88 para los de Florida, que logró retener la corona.
Poco pudo hacer Emanuel Ginóbili, que se mostró desconectado, errático, como si no se hubiera recuperado del golpe anímico que sufrió en Texas. El bahiense apenas aportó 18 puntos en 35 minutos (dos de cinco en triples) y cinco asistencias. Tampoco lucieron Tim Duncan y Tony Parker.
LeBron, en cambio, fue una fiera en toda la cancha: letal en ataque (37 puntos), efectivo en triples, infalible en tiros libres y un león en defensa. Mostró que es el mejor en el momento oportuno, y se ganó con justicia el anillo.(Especial