Un pequeño asteroide de 20 metros ha pasado realmente cerca de la Tierra este domingo, 7 de septiembre. En el momento de máxima aproximación, a las 18.18 UT (dos horas más en la Península ibérica), la roca se ha situado más o menos sobre Nueva Zelanda, a una décima parte de la distancia que separa el centro de nuestro planeta de la Luna, unos 40.000 km. Los astrónomos aseguran que la «visita» no entraña ningún riesgo. La roca que más se nos ha acercado desde que se estudian las órbitas de estos objetos, en febrero de 2013, pasó sin problemas a 27.700 km, y la distancia del próximo visitante es mucho mayor.
El asteroide, denominado 2014 RC, fue descubierto el pasado 31 de agosto por el Catalina Sky Survey, cerca de Tucson, Arizona (EE.UU.). La noche siguiente, fue detectado por el telescopio Pan-STARRS 1, en Maui, Hawái. Ambos informaron de sus observaciones al Centro de Planetas Menores en Cambridge, Massachusetts, según ha dado a conocer la NASA en un comunicado.
En el momento de máxima aproximación, la magnitud aparente del asteroide ha sido de aproximadamente 11,5, lo que hace que no sea observable a simple vista. Sin embargo, los astrónomos aficionados con telescopios pequeños sí podían vislumbrar cómo el asteroide se mueve rápidamente en las cercanías de la Tierra.
2014 RC ha pasado por debajo de la Tierra y de la órbita de satélites de comunicaciones y meteorológicos, que está situada a alrededor de 36.000 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta. Si bien este objeto celeste no parece plantear una amenaza para la Tierra o para los satélites, su acercamiento crea una oportunidad única para que los investigadores observen y aprendan más acerca de estas rocas espaciales.
Su órbita lo traerá de vuelta a la vecindad de nuestro planetaen el futuro. Por eso, el movimiento del asteroide se supervisará atentamente, aunque no se han identificado nuevos acercamientos peligrosos en los próximos años.