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Fidias David Cuevas Fidias David Cuevas Author
Title: Crisis Credibilidad y Medidas coyunturales
Author: Fidias David Cuevas
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Nos enfrentamos a tres grandes desafíos simultáneos: Alza especulativa de los precios del petróleo, elevación especulativa de los precios i...

Nos enfrentamos a tres grandes desafíos simultáneos: Alza especulativa de los precios del petróleo, elevación especulativa de los precios internacionales de los alimentos, y la necesidad de un fuerte ajuste de la economía para cumplir los compromisos con el Fondo Monetario Internacional.


En un país cuyo modelo de desarrollo ha conllevado a la exclusión social de la mayoría, un patrón de consumo alimentario que prioriza las importaciones, y donde muchas decisiones sobre políticas económicas clave se perciben más preocupadas de preservar intereses de “las cucharas grandes” que el bienestar de las mayorías, es comprensible que predomine la expectativa de un grave impacto, preferentemente sobre los más pobres y vulnerables.

Tal como ha destacado el reconocido comunicador Juan Bolívar Díaz, muchas de las medidas planteadas por el Sr. Presidente podrían resultar de utilidad y merecen ser respaldadas, aunque muchas hayan sido planteadas con anterioridad sin lograr los resultados prometidos, y aunque lamentablemente otras parecen claramente dirigidas a beneficiar poderosos grupos minoritarios.

Pero una gran parte de la población desconfía, duda que esta vez se apliquen y logren resultados. La acumulación de expectativas frustradas, incumplimiento de promesas y compromisos, percepción de que la corrupción se ha generalizado, y lo que aparece como empeño de un grupo de funcionarios en un proyecto reeleccionista sin importarle torcer, con rebuscadas interpretaciones, las disposiciones constitucionales que el propio Presidente impulsó en su momento, no conforman un entorno que propicie la necesaria credibilidad en los Gobernantes y en los liderazgos políticos.

El Presidente parecería haber percibido estas limitaciones y ha producido cambios en funcionarios de alto rango que habían sido públicamente cuestionados, por acusaciones de corrupción, o acumulación de conflictos mal manejados. Muy destacable la designación de una Ministra de Educación que goza de gran respeto de la sociedad. También la destitución del responsable de PROMYPIME, en medio de un escándalo mayúsculo, así como la destitución, hace unos meses, de algunos aliados políticos percibidos con mucha desconfianza por la ciudadanía. Los casos de los ex Ministros F. Almeida y J.T.Pérez tienen otras motivaciones.

También ha presentado al Congreso proyectos de Leyes que apuntan a retomar la iniciativa, y deberán ser consideradas y estudiadas por la sociedad con el detenimiento que se merecen, entre ellas la Estrategia Nacional de Desarrollo, la reforma de las Fuerzas Armadas y otras de gran importancia. Estas han sido sin duda buenas señales.
Pero el Presidente necesita emplearse a fondo, aplicar toda su capacidad de liderazgo para fortalecer la credibilidad, porque en muchos sectores ha sido seriamente erosionada. En este sentido, una buena señal sería despejar de una vez por todas las suspicacias que han levantado las ambigüedades sobre un posible proyecto reeleccionista al margen de la Constitución. Es hora de dejar claro que el Presidente concentra su atención en conducir al país en estos momentos difíciles, que sus polémicas propuestas e intervenciones en la conformación de la institucionalidad del sistema judicial no puedan ser interpretadas como parte de este supuesto proyecto, que tanto rechazo ha generado en amplios sectores de la sociedad y tato daño está haciendo a la imagen del Gobierno.

Claro que medidas coyunturales no superarán las deformaciones estructurales en el modelo de desarrollo, no superarán la exclusión social, ni mejoraran la educación y la salud, la subordinación del aparato productivo agropecuario e industrial a la especulación financiera y al comercio importador, ni el drama del sistema eléctrico, ni multiplicarán la productividad y competitividad sistémica, ni la inseguridad ciudadana. Para lograrlos se requiere cambios de índole estructural, un nuevo modelo de desarrollo, una nueva alianza entre el Estado, el estamento político y la sociedad. Una renovación del liderazgo político que concite nuevas esperanzas alrededor de propuestas viables de transformación y nos conduzca a la superación del clientelismo y la corrupción. Estos son los debates que deben marcar la próxima campaña electoral presidencial. Pero entre tanto, las medidas coyunturales de corto plazo son indispensables y necesitamos un Presidente concentrado en estos esfuerzos, y que genere y refuerce la credibilidad necesaria.

809-454-5500

 
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