Pugnas internas en el PLD…
(Nagua)… eso es viejo
Por Stanislaw Peña
Hay gobernantes que usan la estrategia de tratar de
dividir o enemistar a sus subalternos, especialmente en lo que concierne al terreno
de las fuerzas castrenses, para salvaguardarse de un potencial Golpe de Estado
o de cualquier otro tipo de acción subversiva en su contra. El asunto tiene
algo de lógica. Segmentados los militares, resulta bajo el porcentaje de
probabilidad de que juntos materialicen un complot. El fallecido Presidente
Joaquín Balaguer, por citar un caso, era un seguidor de esta artimaña. Los
caciques Neit Nivar Seijas y Enrique Pérez y Pérez, por ejemplo, “no se comían
un bizcochito juntos”. A Balaguer nunca le interesó disolver esas eternas rivalidades
entre esos dos pupilos de su gobierno. Y eso no es de ahora, en la Roma imperial
muchos emperadores mantenían o propiciaban la discordia entre los Pretorianos,
(los que se encargaban de su custodia personal), y los Senadores; como
pensando: “Si se me viran de un lado busco rejuego con el otro”. Eso es en lo
que concierne al Ejecutivo con la milicia. En lo concerniente al Ejecutivo y a
los dirigentes o funcionarios de su Partido o de su gobierno, la cosa es
diferente, porque los dirigentes y los funcionarios activistas manejan masas, y
las masas son las que eligen o derrotan a un candidato.
Evoco este histórico anecdotario, debido a las discrepancias personales que
han venido suscitándose entre dirigentes (funcionarios algunos) del PLD de este
municipio. Diferencias existentes acarreadas por circunstancias propias de la política. Aparentemente todo ese pugilato se
ha originado por diferentes motivos, que al parecer, se han ramificado de una
manera simultánea. (Un grupo pertenecía a la facción de Leonel Fernández y otro
a la de Danilo Medina). Se han arraigado rencores personales que ya están muy
al margen de lo político. Finalmente, no podemos omitir que cada quien defiende
sus intereses, y que “cada perro ladra por su hueso”. Estas últimas dos premisas
no justifican la realidad aludida, pero lamentablemente, son gajes del oficio
de la política dominicana y por extensión, latinoamericana.
A ningún Partido político le conviene una guerra interna. Eso de alguna
manera lo perjudica. Si la unión hace la fuerza la falta de unión puede
debilitar. No es lo mismo una lucha entre un fuerte y un débil. Como miembro
del Partido de la Liberación Dominicana, les exhorto a los compañeros del PLD
de Nagua, recurrir a la concordia. Las enemistades (políticas o personales),
provocan detrimentos insospechados. Y nadie sale beneficiado peleando dentro de
su misma casa.
Por otra parte, al Lic. Danilo Medina, Presidente electo, y a sus
colaboradores, les recomiendo que dirijan la política de su programa de
gobierno hacia nuevas reformas que posibiliten el bienestar de los más
necesitados, y que tengan en cuenta, que una de las medidas prioritarias para
cualquier gobernante es crear las fuentes de empleos que necesita un país. Y, ¡Auxilio!:
que funcione la Justicia. Otro auxilio: mano dura con el narcotráfico.
Asistencia vital para los envejecidos (es incorrecto decir envejecientes). Prioridades
reivindicativas para sectores como Salud y Educación… faltan muchas
sugerencias… nos vemos en otro artículo.