SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Julio Maríñez, exhortó al grupo que sigue a Hipólito Mejía “a coger cabeza y a rectificar sus errores”, y a “no seguir dando el penoso espectáculo” de persistir en posiciones divorciadas de lo que aspiran en la actualidad la mayoría de la dirigencia y las bases del PRD.
El también presidente de la Comisión de Control del PRD exhortó a Hipólito Mejía y a su vocero Héctor Guzmán a asimilar las experiencias de las elecciones en los bloques de diputados y de regidores del Distrito Nacional, procesos en que, según dijo, la mayoría se ha expresado a favor del respeto a la institucionalidad y al consenso.
Maríñez subrayó que el grupo de Mejía “ha venido cayendo en errores sucesivos, como fue su incapacidad para unir a todo el PRD y en cambio cometer la torpeza de unir a todo el Partido de la Liberación Dominicana, a lo que se sumaron los frecuentes y costosos errores verbales de Mejía como candidato presidencial”.
Dijo que pasadas las elecciones el grupo de Mejía ha seguido cometiendo “graves errores, como la extemporánea y fallida auto proclamación como líder de la oposición hecha por Mejía; la ilegal convocatoria de la comisión política el 1 de junio; el fracaso de la Comisión Consultiva y la debacle de la convocatoria paralela a la elección institucional de la directiva del bloque de diputados del partido”.
Explicó que en vez de azuzar rencillas y discusiones estériles que ya cansan a los perredeístas y a la sociedad, lo que debe hacer el grupo de Mejía es “respaldar los esfuerzos del presidente del PRD de continuar preparando con tiempo al partido para que supere con éxito su desafío electoral de 2016, ganando más ayuntamientos, diputaciones y senadurías y la Presidencia de la República, para hacer los cambios que requiere el país”.
Advirtió que el grupo de Hipólito no podrá boicotear los esfuerzos de Miguel Vargas y su dirección institucional para hacer crecer al PRD, modernizarlo y llevarlo a reconquistar sectores como la clase media, las mujeres y los jóvenes, y el electorado más urbano, que en su mayoría no supo encantar Hipólito como candidato presidencial.
