Miami, Florida.-El gobierno de Venezuela ha sugerido ante la Organización de las Naciones Unidas, un “intento de golpe de estado” en esa nación sudamericana, endilgando la situación de violencia por la que atraviesa el país a “una corriente de la oposición que siempre toma el atajo de la violencia, que se sale de las normas constitucionales e intenta por la vía del ejercicio de la violencia provocar situaciones que debiliten el Estado Venezolano”.
“Los actores y dirigentes de los hechos violentos ocurridos en Venezuela en las últimas semanas son los mismos que actuaron en el golpe de Estado contra el ex presidente Hugo Chávez en 2002 y en otros incidentes en 2004, 2007 y 2013”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Elías Jaua, durante una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Ginebra, en la que abordó la crisis desatada desde el 23 de enero.
“Hay una corriente de la oposición que siempre toma el atajo de la violencia, que se sale de las normas constitucionales e intenta por la vía del ejercicio de la violencia provocar situaciones que debiliten al Estado venezolano, a sus instituciones y promover el derrocamiento de los gobiernos legítimos que el pueblo venezolano se ha dado”, afirmó Jaua.
Conforme una nota de la ONU, el canciller subrayó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha convocado a la “Conferencia Nacional de Paz” para emprender un diálogo con la oposición y todos los sectores de la sociedad, para abordar los desafíos que afronta el país.
Sobre los hechos de violencia, el diplomático indicó que “están localizados en una pequeña porción del territorio y en algunas pocas ciudades”.
También señaló que ninguno de los 71 casos de detención se “produjo en el contexto de una manifestación pacífica ni por motivos políticos”, sino que los detenidos están “a disposición de la justicia por presuntos delitos de homicidio, destrucción de bienes públicos y agresiones a personas”, conforme dijo el diplomático ante la ONU.
Elías Jaua se refirió, además, a las 18 personas fallecidas y aclaró que en tres casos se presume la participación de funcionarios que actuaron al margen de la ley, mientras que los demás decesos se produjeron en el contexto de la violencia.
El funcionario del gobierno venezolano se refirió además a la situación del líder opositor Leopoldo López, quien se encuentra detenido desde el 18 de febrero en una cárcel de procesados militares.
En este sentido en la conferencia ante los miembros de la Organización de las Naciones Unidas, dijo que “esa medida fue tomada para garantizar la seguridad del dirigente y el pleno respeto de sus derechos”.
Entre tanto, diversos organismos que defienden los derechos humanos, han solicitado al gobierno que “se respeten los derechos a la protestas de los manifestantes en Venezuela”, los cuales según denuncias desde la nación, han sido “transgredidos”.
En relación a la libertad de prensa, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, ha denunciado la existencia de un “trato hostil para la prensa” por el parte del gobierno venezolano, limitando la labor informativa de los medios y los periodistas durante las protestas.
Varias entidades periodísticas han advertido tanto en la ciudad de Miami como en otras naciones sobre supuestas “censuras para la prensa realizar su labor informativa” en medio de la profunda crisis de violencia en el país, así como también “detenciones de periodistas e incluso expulsiones de representantes de medios extranjeros” en medio de la crisis que lleva más de 20 días en esa nación.
El ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Venezuela, no se refirió a ninguna de éstas denuncias durante su conferencia de prensa ante la Organización de las Naciones Unidas realizadas en este día.