De: Acento.com.do
SANTIAGO, República Dominicana.-El salón de sesiones de los regidores de la Alcaldía de Santiago estaba lleno. Reinaba la expectativa. No era para menos, pues se discutiría un polémico contrato que estaba en ejecución antes de ser aprobado, debido a la decisión personal del alcalde Serulle.
En una sesión que no faltaron los insultos y acusaciones de quién ha incurrido en prácticas de corrupción, parecía que las contradicciones entre los bloques e incluso entre ediles de un mismo partido político eran tan profundas que difícilmente se arribaría a un acuerdo para aprobar el contrato de la Alcaldía con la empresa recolectora de basura Urbaluz.
Curiosamente, el contrato de Urbaluz tiene dos artículos 8. Este hecho puede ser confirmado en la fotografía de la página en donde están los dos párrafos, que aparece en esta historia. El contrato también reza que entra en vigencia a partir del 1 de junio, y sin embargo fue aprobado 9 días después, es decir el 0 de junio.
Interioridades de la sesión del día 10
Los epítetos como “cheleros”, “pica pesos”, “corruptos”, “sinvergüenzas” e “irresponsables”, provocaron reacciones de repugnancia entre muchos de los visitantes.
En el calor de los debates no faltaron regidores que denunciaron un supuesto reparto de millones de pesos entre algunos miembros de la Sala Capitular, generosidad que habría provenido de la empresa.
El alcalde Serrulle defendió el contrato, pero insistió en que desconoce el contrato que favorece a su amigo Juan Higinio Pérez Alarcón.
Según la regidora Amarilis Baret, Pérez Alarcón es hermano de la esposa del acalde.
El regidor Eric Mercedes criticó que el presidente de la Sala Capitular, Rolando Sánchez, permitiera que se violaran las reglas internas y lo acusó de sembrar el caos al permitir que situaciones sin conocimiento previo como la carta de Cholo se debatieran.
“No he traído eso señor regidor, okay”, dijo Sánchez de inmediato.
“Aquí hay colegas que a diario van a los programas de televisión a decir que todos los regidores estamos en asuntos de corrupción”, dijo Liz, al defender el contrato.
“Cuando yo voy por la calle que me llaman regidor yo volteo la cara para que no sepan que soy regidor”
“Yo como regidora no conozco ninguna oferta que hayan traído por los menos tres compañías ofertando el servicio para recogida de la basura”, dijo la regidora Mayra Rodríguez, del PLD.
El regidor Mélido Guzmán dijo que el tema no debía quedar sobre la mesa, y propuso concluir el debate y decidir acordar una fecha para una nueva sesión extraordinaria. Esta idea propuesta fue obviada en medio del caos generado a lo largo de la sesión.
José Díaz, del PRD, defendió lo establecido en la ley 340-06 y dijo: “Yo vine preparado porque sabía que este contrato se conocería en el día de hoy”.
“Ya está bueno de que a nosotros los regidores se nos esté echando lodo, mientras muchos colegas regidores se están llenando los bolsillos de dinero. Ya esta bueno, para que esta corrupción se paralice”, dijo Díaz.
El reformista Roberto Domínguez, tomó la palabra: “Le digo al colega Díaz, que es una irresponsabilidad de su parte hablar de dinero en esta sala, sin aportar las pruebas. Es una irresponsabilidad de quien sea, llámese San José Díaz o como se llame, echar lodo a los demás sin aportar las pruebas”.
José Díaz respondió de inmediato: “Sí… porque ustedes firman cuando cogen los cuartos”.
Domínguez: “Usted es un irresponsable, usted no es más serio que yo”.
Diógenes Almonte expresó: “Cuando yo voy por la calle que me llaman regidor yo volteo la cara para que no sepan que soy regidor”.
La dichosa carta
La carta que algunos calificaron de “misteriosa”, aparecida y leída en la sesión luego de un breve descanso, cambió el curso de la historia, lográndose un consenso que distaba mucho de las contradicciones y de los insultos que se profirieron al principio de los debates.La carta logró el milagro. No importó que los regidores, aún los que favorecían el convenio y el propio alcalde Gilberto Serulle, afirmaran que presuntamente desconocían el contrato y mucho menos que el tema no estuviera en la agenda del día.
La comunicación, firmada por el regidor del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Cholo D’ Óleo, uno de los ediles menos preactivos, que apenas levanta las manos para aprobar o rechaza lo que otros proponen.
D’ Óleo sólo habló para justificar el contenido de la carta y jamás abrió la boca en casi tres horas de debate. El regidor fue secundado por su colega Daysi Díaz, quien también rara vez toma la palabra en las sesiones.
La propuesta más sensata, para que el tema se conociera en una sesión extraordinaria, respaldada por Mélido Guzmán (PLD), Fausto Cornielle (PTD), Rafael Cruz (Papito) (PRSC), Domingo Ureña (PAL) y Eric Mercedes (APD), no fue tomada en consideración.
Los visitantes también fueron testigos del presunto enojo del alcalde Serulle, por la insistencia de los regidores en sancionar y aprobar en ese día el convenio, que él dijo no conocer, a pesar de que es uno de los contratantes y de que ha llevado el tema a las discusiones de los bloques de regidores de los diferentes partidos.
“A mí me extraña que aquí se traiga un contrato, el cual el alcalde esta ciudad no conoce y que nunca ha visto”, dijo Serulle.
“Y qué extraño que se traiga ese tema aquí, cuando el alcalde no lo ha discutido con nadie, y sobre todo cuando nombramos una comisión especial para que analizara y presentara un informe con relación al tema”, agregó.
Al salir del salón, Serulle recriminó a su aliado Luis José Estévez, regidor del PLD, por proponer que se leyera el convenio de Urbaluz en la sesión.
Minutos antes el alcalde había llamado a Estévez a la mesa para una conversación privada. Lo que se sabía hasta ese momento era que, presuntamente, el alcalde Serulle y los regidores habían acordado que no tocarían más el tema del contrato de la basura hasta tanto una comisión lo evaluara, pero la insistencia del presidente del Concejo Municipal, Rolando Sánchez, y del vicepresidente, Carlos Juan Liz, se impuso para que se conociera el contenido de la carta misteriosa de Cholo.
Liz defendió el contrato con Urbaluz y alegó que las autoridades tenían mucha presión de la prensa porque no se regulaba la recogida de la basura, y se insistía en que la empresa había sido favorecida por alegada solidaridad y lazos de amistad.
Habló de las bondades de la empresa que, según dijo, se había sacrificado por Santiago, y argumentó que no requería de la ley 340-06, sobre contrataciones del Estado, porque la Alcaldía es autónoma.
El regidor Papito Cruz respondió que Liz era un desconocedor del alcance jurídico de la ley 340-06.
“De nosotros aprobar un contrato de la naturaleza del que se pretende aprobar en el día de hoy, estaríamos violando el principio de igualdad y competencia que debe existir en todo contrato de entidad pública”, afirmó Cruz.
“No es verdad que no existen otras empresas que puedan ofrecer un mayor o mejor servicio a un menor costo”, advirtió.
En estos momentos se propuso la pausa. Al retornar los regidores al salón el contrato fue aprobado. ¿Qué ocurrió en los minutos en que los regidores estuvieron fuera del salón de sesiones?
Ninguno reveló lo ocurrido. Algunos no votaron, pues no regresaron luego de la pausa. Pero lo ocurrido fue que el presidente de la Sala Capitular hizo un rápido llamado a votar a favor o en contra del contrato, luego que se interrumpiera el pase de lista para determinar si había quórum para avalar la votación.
Terminada la votación, varios regidores opuestos alegan que se trata de un contrato ilegal, que viola todo los preceptos contemplados en las leyes y que además está viciado por reparto de dinero como ha ocurrido con otros convenios.
Critican que el contrato tenga un alcance de 10 años, es decir 4 años más que el período de la gestión de Serulle.